Ya Carrie Bradshaw lo dijo. Estamos en la era donde la inocencia
no existe, ya no hay Affairs to Remember,
y si los hay, queremos superarlos lo más rápido posible. Atrás quedó el
cortejo y la galantería propia de los caballeros. Ya no se escriben cartas ni
poemas de amor. Ya no se espera a la media noche para salir a dar serenatas a
la luz de la luna. Estamos en una era y en un país donde todo se resume en 140
caracteres y las muestras cotidianas de amor se manifiestan con los emojis del
Whatsapp.

“Queremos que todo sea como la comida rápida”, me dijo una vez
Maharshi (mi terapeuta) en una de esas sesiones donde ya estaba harto de andar
enguayabado. Su teoría se basa en que lo instantáneo nos ha hecho creer que así
también son las relaciones amorosas. Queremos empatarnos rápido, enseriarnos al
instante y si la cosa se termina, a los tres días ya queremos haberlo superado.
Las cosas se complican para mí porque soy de los escribe inbox/mensajes
de texto de amor. Algunas veces (No todas) me ha tocado lidiar con caras
confundidas y miradas de “¿Dónde coño vives Marcel?” y obviamente recibir si
acaso una sonrisa por el inbox, un gracias, un simple te quiero o un <3.
Después de enrollarme tanto, decidí preguntar un día en Facebook ¿Cuáles eran
los piropos más cool que les han dicho a mis amigos? Esto con la esperanza de
que alguna vez algún conocido/culo/peor es nada nos haya dicho algo bonito.
Las respuestas no se hicieron esperar y todo el mundo empezó a
comentar:
"Catira, eres tan dulce que me haces caries en los
dientes".
"Se esta acabando el mundo, porque están cayendo ángeles del
cielo"
"Ves, la belleza no está solo en los libros"
"Dios creo al mundo en 7 días, pero sin duda tú fuiste el
8vo. La práctica hace al maestro"
“Mi amolll verte a ti es como estar en una playa echao, debajooo
de unas palmeras mira pa´arriba y y deci ufffff que coco´s!!!!!”
Después de leerlos y reírme un buen rato me dije que no estábamos
tan mal. Quizás la el romanticismo cambió y las demostraciones de amor son más
pop. Obviamente yo me quedé atrás porque soy de pueblo y en mis tiempos de
colegio aún se daban serenatas con la radio de un carro a todo volumen (Me gradué
hace 10 años, no 30). Sin embargo, mi explicación no me convencía y aún esperaba
que alguien dijera algo medianamente intenso y romántico como para volver a
creer en la humanidad.
Después de estar un tiempo despechado decidí que ya era hora de
comenzar a conocer gente y en este mundo virtual me acordé de la existencia de
aquella app que mis compañeros de universidad hablaban hace unos meses: Tinder.
La descargué, escogí las fotos, escribí mi bio y empecé a tinderear. Equis,
equis, equis, corazón, equis, corazón, corazón, interesante, mmm, corazón ¡Hay
match! Wow, ya sé por qué la gente se emociona. Se abre una conversación,
hablamos un rato, al día siguiente, intercambiamos números, seguimos hablando
¿Nos tomamos un café? La cita, nos fue bien, cuadramos otra cita ¿Vamos a mi
casa?
Bueno, llegamos a mi casa y después de acariciar a Truman por
cinco minutos llegó la hora del primer beso. Siempre la duda de cómo será.
Parece bien. Prendo mi mac, abro el iTunes, un par de canciones y el shuffle
escoge Fly Me To The Moon. Siguen los
besos, luego las miradas, las caricias –Eres muy lindo Marcel–. Sonrío y vuelvo
a besar. Volvemos a las miradas y las caricias y justo en el momento donde debe
haber silencio, las miradas cómplices y las sonrisas me dicen el piropo (Si
podemos llamarlo así) que cambió mi vida: “Por ti me cierro el Tinder”.
No pude evitar reírme. No sé si fue incomodidad o timidez. Lo
cierto fue que me dio risa y no me lo esperaba.
No sé si se cerró el Tinder, después de ese día (y de mi risa,
creo) las cosas se enfriaron y poco a poco dejamos de hablar. Sin embargo me di
cuenta de que hay expresiones de romanticismo propias de cada época, y aunque
yo sea un dinosaurio en cuanto a mis expresiones de amor, quizás deba ponerme
un poquito 2.0 y probablemente algún día me anime a decirle o escribirle a
alguien #PorTiMeCierroElTinder.
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